
TARIFAS IRRISORIAS
¿Has recibido alguna vez una oferta laboral tan ridícula que te ha hecho reír y llorar al mismo tiempo?
Josu Basterra Gilabert
5/20/20253 min read
TARIFAS IRRISORIAS EN EL MERCADO DE LA TRADUCICIÓN
y seguramente en alguno más
Cuando los números se vuelven INSULTOS (y la traducción se cotiza como pelar patatas)
¿Has recibido alguna vez una oferta laboral tan ridícula que te ha hecho reír y llorar al mismo tiempo?
Acabo de abrir un correo que me ha dejado en ese exacto estado emocional. Una empresa del sector (que se quedará sin nombre para evitar demandas, porloquesea) me ofrece la «increíble oportunidad» de traducir por 12 dólares la hora.
Doce. Dólares. La. Hora.
O lo que es lo mismo: menos de lo que se paga en muchos trabajos básicos en países donde se habla el idioma al que traduzco. Y eso sin contar incentivos ni propinas, claro 🙃
El mercado de la traducción y la carrera hacia el abismo
No es ningún secreto que las tarifas en el sector de la traducción llevan años sufriendo una erosión constante, pero lo de ahora ya no es erosión: es un desprendimiento de terreno en toda regla.
Algunas agencias parecen competir en un extraño concurso para ver quién ofrece la tarifa más ofensiva.
Como si hubiera un premio secreto al «mayor desconsiderado del año en servicios lingüísticos».
¿El problema? Que detrás de cada tarifa irrisoria hay un mensaje implícito devastador:
Tu formación no vale nada
Tu experiencia es irrelevante
Cualquiera puede hacer tu trabajo
El caso de los 12 dólares/hora (o cómo me empezó a hervir la sangre)
Volvamos a mi anécdota de hoy. El email comenzaba con un entusiasta «¡Gran oportunidad para colaborar!» seguido de una descripción del proyecto que sonaba casi decente... hasta llegar a la parte económica.
La propuesta no solo ofrecía esos magníficos 12 dólares/hora, sino que además «citaba» las ventajas de trabajar con ellos:
«Pagos puntuales» (como si cumplir lo básico fuera un extra)
«Posibilidad de proyectos a largo plazo» (más pobreza sostenida, ¡genial!)
«Visibilidad en el sector» (¿traducir gratis por exposure? ¿en serio?)
Lo peor no es solo el insulto económico.
Es que estas empresas saben perfectamente lo que están haciendo.
Han «commoditizado» un servicio profesional hasta convertirlo en un producto de usar y tirar.
La matemática cruel detrás de las tarifas bajas
Hagamos números rápidos:
12 dólares/hora
Menos impuestos (pongamos 25% para ser conservadores)
Menos gastos fijos profesionales (software, formación continua...)
Menos seguridad social o equivalente
¿Resultado final?
Probablemente estamos hablando de un neto de 7-8 dólares/hora en el mejor de los casos.
Pero espera, que la cosa mejora. De esas horas, no todas son productivas al 100 %.
Hay comunicación con el cliente, investigación terminológica, revisión...
Al final, estar dispuesto a aceptar 12 dólares/hora significa valorar tu conocimiento especializado, años de formación y experiencia profesional al nivel de... bueno, casi cualquier trabajo sin cualificación.
Y con menos protección laboral.
El círculo vicioso que nos atrapa a todos
Estas tarifas no solo perjudican al traductor individual que las rechaza (porque siempre habrá alguien desesperado o principiante que las acepte). Dañan al sector entero en un ciclo perverso:
Agencias ofrecen tarifas ridículas
Algunos traductores las aceptan por necesidad
La calidad cae en picado (inevitable)
Los clientes finales perciben la traducción como "algo que siempre sale mal"
Baja la percepción de valor
Las agencias bajan más las tarifas
Volvemos al punto 1
¿Y qué podemos hacer?
No tengo una solución mágica (ojalá). Pero sí algunas ideas:
Dejar de competir entre nosotros. La carrera hacia el fondo no beneficia a nadie.
Educar a los clientes sobre el valor real de una buena traducción.
Especializarse hasta el punto de ser irreemplazable.
Diversificar servicios hacia la consultoría lingüística, no solo traducción.
Decir NO a tarifas indignas, incluso cuando duele rechazar trabajo.
Y sobre todo: recordar que cuando aceptamos trabajar por tarifas irrisorias, no solo nos devaluamos a nosotros mismos, sino a toda una profesión que merece mucho más respeto.
Mientras termino de escribir esto, me llega otro correo ofreciéndome traducir 39.000 palabras a cambio de una suculenta tarifa de 0,018 € por palabra.
¡TE CAGAS, MARIBEL!
Si tú también has recibido estas ofertas maravillosas y quieres desahogarte:

