SOY UN IMITADOR PROFESIONAL Y SOLO OFREZCO UNA COSA GRATIS
Mira, no quiero meterte aquí un texto de estos que son paja, y que no sirven nada más que para engrandecer al que escribe y aburrir al que lee.
Esos textos que te dan ganas de coger al que lo ha escrito, darle un par de palmaditas en la espalda y decirle: «muy bien, campeón».
No.
Voy a limitarme a contarte dos cosas, 2, que pueden interesarte:
1 - Hay un número de elementos de escritura que pueden estar haciéndote perder clientes.
2- Puedo aportarte algo que o tú, o tus clientes vais a agradecer.
Para explicar el punto uno, voy a recurrir a una verdad universal: la apariencia cuenta, y mucho, sobre todo cuando hablamos de vender.
Da igual lo que vendas: gafas, persianas, cursos o ponis de peluche. Si lo que rodea al producto no es atractivo, date por j…
Y el gran envoltorio del 99.99 % de los productos (físicos o digitales) son los textos.
Los textos que usas en la web para vender, los que pones en los anuncios, etc.
Si esos textos tienen faltas de ortografía, cuesta más leerlos que tratar de entender un contrato de 100 páginas en latín, o no consigues que transmitan la emoción y la confianza que deberían, estás perdiendo clientes.
¿Por qué?
Porque como dicen el 100 % de los psicólogos, cada vez tenemos menos paciencia y nos cuesta mantener la atención en algo que nos plantea un esfuerzo.
Problemas comunes en los textos de ventas
1. Faltas de ortografía y gramática: nada mata la credibilidad más rápido.
2. Largos y aburridos: nadie tiene tiempo para leer un ensayo cuando buscan una solución rápida.
3. Falta de claridad: si no entienden lo que ofreces en los primeros segundos, se irán.
4. Poco persuasivos: no solo se trata de informar, sino de convencer.
La solución que tú o tus clientes necesitáis
Aquí es donde entramos el punto dos [2] y yo. Mi trabajo es transformar tus ideas y productos en palabras que venden. Redacción publicitaria que convierte, eso es lo que hago.
Y aquí es donde entra en juego lo de «SOY UN IMITADOR PROFESIONAL».
Mira.
Llevo muchos años imitando la forma de hablar de la gente; es más, es una cosa que hago desde pequeño (y que me ha costado más de una bronca en casa o en el colegio). Sé captar a la perfección las palabras, expresiones, muletillas, palabrotas, pausas, tics, etc. que hace la gente al comunicarse.
Y ahora estarás pensando: «Muy bien, campeón, ¿pero por qué tiene que importarme que a ti se te dé bien imitar?
¿Y qué tiene que ver eso con la redacción?»
Muy fácil.
Los textos naturales, conversacionales y que se entienden a la primera venden más, it is what it is, que dirían los ingleses.
Por eso, estoy al 99.99 % seguro de que quieres que los textos de tu web tengan tu esencia, que la gente que los lea los asocie con los valores de tu marca, o simplemente que parezca que te están escuchando hablar cuando los leen.
Que digan: «Joder, parece que le estoy escuchando (que no oyendo, porque eso significaría que no te están haciendo ni caso) hablar y todo».
Pues, ¿sabes cómo se consigue eso?
IMITANDO.
Imitando tu forma de hablar, imitando tus pausas, imitando los refranes que más usas, imitando las palabrotas que siempre están en el menú del día (como en el de todos) y un largo etcétera.
Pero no solo eso, también es imprescindible saber cómo funciona la psicología detrás de la sintaxis de los textos, qué estrategias usar para aumentar al máximo la retención de la gente y, al fin al cabo, que se lean lo que tú quieres contarles.
Todo eso (junto con otras muchas técnicas de persuasión escrita que me guardo en el tintero) puede ayudar a mejorar la persuasión de tus textos y, en definitiva, tus ventas.
LO ÚNICO GRATIS QUE OFREZCO
Hay más.
Si quieres saber un poco más en profundidad cómo la redacción publicitaria puede ayudarte a aumentar la conversión de tu negocio, esto te interesa:
Solo por tiempo limitado, ofrezco una consultoría gratuita de 30 minutos para analizar y mejorar los textos de tu web.
Pero tengo una buena noticia: esta no es una oferta abierta para todos.
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¿Por qué esta limitación? ¿Y por qué se supone que es buena? Muy sencillo. Quiero asegurarme de poder ofrecerte la máxima atención y calidad. Si todos pudieran acceder a esta consultoría, no podría dedicar el tiempo y el esfuerzo necesario para realmente marcar una diferencia en tu negocio.
Así que, si estás leyendo esto, te sugiero que no lo pienses demasiado. Una vez que se agoten las plazas, tendrás que esperar hasta el próximo mes, y no hay garantía de que esta oferta vuelva a estar disponible. En solo 30 minutos, recibirás consejos prácticos y específicos que pueden transformar la forma en que te comunicas con tus clientes.
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